un finde cualquiera
Este finde ha sido bastante tranquilo, si tenemos en cuenta que el sábado fuimos a casa de mis ‘cuñaos’ a comer ‘salchichen’ y el domingo estuvimos de celebración atrasada por el cumple de mi padre. Y cuando digo tranquilo me refiero a que el sábado, Carles (mi peque) se zampó todo lo que se tenía que zampar y más, además de portarse francamente bién (todo lo bien que se puede esperar de un diezmesino). Vale que el domingo ya fue distinto, no sé si porque éramos unos cuantos (mis padres, mi hermano y mi cuñada, mi abuelo y nosotros tres… vale, ¿ cuentan también los tres gatos de mi madre, su perra Duna y mi perrilla Lula??) que la cosa se torció y de comer, nada; merendar, ni te cuen; menos mal que cayó en sueño profundo a eso de las seis y media y ya no despertó hasta la hora de la cena (bueno, el bibe de cereales)… y eso de despertar, es un decir, porque literalmente se tragó el biberón sin abrir los ojos. Y esta mañana igual, que su padre le ha enchufado el bibe a las siete y se ha vuelto a dormir.Bueno, menos mal que la semana que viene tenemos puente a la vista, que aunque no vayamos a ningún sitio, podremos descansar un poquín. Pero estoy desarrollando una tos sospechosa… porfavorporfavorporfavor ¡que no me quiero poner malita!
< Home